4 de marzo de 2013

"Bajo una estrella cruel", de Heda Margolius Kovály


Tras haber vivido bajo el yugo del nazismo primero y del comunismo checoslovaco después, Heda Margolius Kovály reflexiona sobre la experiencia de la vida –su vida- en Bajo una estrella cruel (1973). Sus palabras, escritas pensando en los sistemas comunistas, nos alertan también de la necesidad de ser vigilantes con quienes nos gobiernan, de cuidar la salud democrática de nuestras instituciones y de exigir un sistema digno y justo, requisito irreemplazable para poder llevar una vida digna y justa.


Desde el 4 de marzo, está a la venta, gracias a la labor siempre certera de Libros del Asteroide, Bajo una estrella cruel. Una vida en Praga (1941-1968), un libro de memorias clásico sobre la vida bajo los totalitarismos del siglo XX que Tony Judt consideraba «unas memorias incomparables sobre la vida en la Checoslovaquia comunista». Su autora, Heda Margolius Kovály, checa de origen judío, sobrevivió a los campos de concentración nazis, donde perdió a toda su familia. Tras la guerra se casó con Rudolf Margolius, que llegó a ser secretario de Estado del gobierno comunista checoslovaco y que fue víctima de las purgas estalinistas y condenado a muerte en el tristemente célebre juicio Slánský. Después de su muerte, su mujer y su hijo fueron repudiados por el establishment y se vieron obligados a llevar una vida precaria durante años. En estas memorias extraordinarias encontramos un testimonio de absoluta vigencia, rico en reflexiones que no deberían caer en saco roto:
«La verdad, por sí sola, no prevalece. Cuando se enfrenta al poder, la verdad suele perder. Únicamente prevalece cuando la gente es lo bastante fuerte como para defenderla.»
«Para poder vivir y trabajar en paz, criar hijos y disfrutar de las pequeñas y grandes alegrías que ofrece la vida, no solo es necesario encontrar la pareja adecuada, escoger la ocupación adecuada y respetar las leyes del país y de la propia conciencia sino, sobre todo, debe existir una sólida base social sobre la que construir dicha vida. Es necesario vivir en un sistema social con cuyos principios fundamentales uno esté de acuerdo, bajo un gobierno en que se pueda confiar. No se puede construir una vida privada feliz en una sociedad corrupta, del mismo modo que no se puede construir una casa sobre el fango. Hay que poner antes los cimientos.»
(Fuente: editorial)

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