24 de noviembre de 2010

En el capítulo anterior...



Una historia policíaca con tintes de drama, inspirada en esos hechos reales de la España más profunda que de vez en cuando salpican las páginas de los periódicos; una historia que habla del miedo, de cosas que se cuentan, y cosas que se ocultan. Una búsqueda de la verdad llevada a la gran pantalla por un director que debuta en el cine con su primer largometraje.


LOS MINUTOS DEL SILENCIO
es el título de esta ópera prima, que el pasado viernes 19 se estrenó en la Sala Berlanga de Madrid.

Su director, Rafael Robles, 'RAFATAL'; cineasta malagueño que hasta ahora se había curtido en el mundo del cortometraje y que ahora ha dado el salto al largo con un proyecto ambicioso (ideado inicialmente para la televisión) para el que ha contado con rostros tan conocidos como Fele Martínez, Ingrid Rubio o Terele Pávez. Con este reparto de lujo, y rodeado de un equipo de su confianza, su debut no podía salir
mal...



El sábado 20 de noviembre el realizador visitó nuestra Estación, convirtiéndose en nuestro invitado en un programa especial de media hora más de duración; una versión extendida que dedicamos al Séptimo Arte.

Dificultades y anécdotas del rodaje, satisfacciones, reconocimientos y premios... De todo ello hablamos con este gran apasionado cinéfilo, para quien LOS MINUTOS DEL SILENCIO supone el final de un largo camino... Un final, eso sí, escrito con un punto y seguido.

"Cuando hicimos esta película entré en una vorágine de acontecimientos de la que no salí hasta que terminamos de rodar. Pero a pesar de que los esfuerzos han sido mayores, la intensidad del proceso creativo ha sido la misma que si hubiera rodado un corto".

También charlamos sobre aquellos directores a los que considera maestros, y sobre esas películas que más le han marcado.

De John Waters, a Gus Van Sant; de Jeunet y Caro a David Lynch; de Hitchcock a Wes Craven y John Carpenter; sin olvidar el producto patrio, con Álex de la Iglesia, Jaume Balagueró o, en otros registros, Luis Buñuel, Julio Medem y Vicente Aranda.

"Mi cine tiene muchas influencias, pero si tuviera que señalar a alguien, sería a Luis García Berlanga. Él ha sido uno de mis referentes más claros, y reconozco que debo mucho a su humor negro".



Este recorrido, en el que fueron
muchos los nombres propios que salieron, nos dejó una sorpresa: Terele Pávez. La conocida actriz, que se encuentra estos días de gira con la obra ¡¡¡Mamááá!!!, intervino en nuestro programa para relatar su experiencia trabajando a las órdenes de RAFATAL.


"Para mí ha sido una suerte poder trabajar con un director que ha pasado de ser una joven promesa a convertirse en realidad. RAFATAL desborda fuerza, genialidad e ilusión, y sabe contagiar toda esa energía a su equipo
".



Terele puso la guinda a un programa en el que también
participaron dos de nuestras colaboradoras habituales, Cristina Consuegra, en el espacio PECATA MINUTA (centrado en la 20º edición del Festival de Cine Fantástico de Málaga, FANCINE 2010), y Laura Rueda, como siempre, de tournée con su sección EN CUALQUIER OTRA PARTE.

La nota musical la puso nuestro invitado, a quien pedimos que elaborara una playlist para la ocasión; selección que incluyó, entre otros, un tema de uno de sus grupos fetiche, Fangoria, y otro de "lo más pop del surrealismo español", Martirio.


Rafael Robles, 'Rafatal', en el estudio de Radio Vallekas

17 de noviembre de 2010

En el capítulo anterior...



De orden del Señor Alcalde, se hace saber...

La muerte de Berlanga nos pilló de sorpresa. Porque, a pesar de sus 89 años, podemos decir que ha muerto un cineasta joven; joven de pensamiento, de espíritu. Pero nos deja sus películas; unas películas en las que, con humor e ironía, ha sabido retratar a los españoles, y que han aguantado -y seguirán aguantando- el paso del tiempo.

El Verdugo, Calabuch, Bienvenido, Mister Marshall, Plácido, La Vaquilla, París-Tombuctú, La Escopeta Nacional...
Películas fundamentales todas ellas, siempre es buen momento para volver a verlas, o, si es el caso, para disfrutar de ellas por primera vez.

Con este sentido homenaje al director valenciano quisimos dar comienzo a nuestro programa el pasado sábado 13 de noviembre; un inicio solemne, profundo, aunque en tono de paella, tras el cual pasamos a presentar un libro que ha sido escrito con una tremenda libertad de pensamiento; "El mundo del revés" (Del Planeta Rojo Ediciones).


Y para ello, tuvimos el placer de charlar con su autor, el periodista, escritor y analista político Horacio Eichelbaum, quien nos desveló algunos de los temas recogidos en esta obra, compendio de artículos y ensayos que este argentino afincado en Málaga ha venido publicando en el transcurso de las últimas cuatro décadas de profesión.

La crisis económica, la tiranía del petróleo, el futuro de Europa, el conflicto del Sáhara o las revoluciones pendientes. La experiencia
periodística de Eichelbaum, atento espectador de todo cuanto ocurre en el mundo, resulta abrumadora, y así pudimos disfrutar de su esclarecedora conversación; rehusando en todo momento las ideologías "que sólo sirven como propaganda".

"Los medios de comunicación están en la misma acera que el poder, por lo que participan de este y del engaño permanente de la opinión".


Crítico con los medios, y también con las mal llamadas intervenciones de paz, el escritor rechazó frontalmente la crueldad de los conflictos bélicos. "Nunca pueden defenderse unos principios a base de bombas, guerra sucia y asesinatos colectivos", sentenció.


Antes, nuestra propuesta musical tuvo como protagonistas dos bandas... y un destino. En tiempo de PECATA MINUTA, Cristina Consuegra nos contó todo sobre este proyecto, que ha unido a ARIZONA BABY (de quien ya hemos hablado en alguna ocasión en nuestro programa) y LOS CORONAS.

Su actuación -conjunta y cómplice- sobre el escenario da como resultado lo que los músicos han denominado "LOS CORIZONAS"; fusión de ritmos y estilos cuyo sonido rock aúna fuerza, frescura y madurez.




Y en nuestra agenda de conciertos no quisimos olvidarnos de
EL DESVÁN DEL DUENDE; un grupo que ya pasó por nuestro programa y que ahora visita Madrid para traernos la rumba con su Increíble pero cierto, demostrando que, sin ellos, los días pueden ser muy, muy aburridos...

16 de noviembre de 2010

LA FOTO DE LA SEMANA: William "Mr Jazz" Gottlieb

Fue su voluntad. El 16 de febrero 2010 las fotografías de William “Mr Jazz” Gottlieb entraron en el dominio público y fueron publicadas en la página FlickR de la Librería del Congreso de EE.UU.


Encontré hace nada este artículo de El País que trataba del feliz acontecimiento, de la calidad de la fotografías de Gottlieb, del increíble archivo de músicos, de conciertos, de grandes momentos del Jazz que llegó a retratar; del famosísimo retrato de Billie Holiday, la cabeza alta, cantando con todo su poder y con todo su dolor, a la sonrisa de Count Basie, de la tranquilidad de un joven Leonard Bernstein componiendo en su piso de Nueva York, a la iluminada fachada del Apollo, la mítica sala de conciertos de Harlem. Una obra fascinante de más de 20.000 fotografías, un libro de 200 fotos reeditado 12 veces, The Golden Age of Jazz (la Edad Dorada del Jazz). Un legado gigantesco ahora a disposición de todos y libre de uso gracias al proyecto de fotografías históricas llevado por la Librería del Congreso con FlickR.

Siempre me fascinó la calidad de las fotos de Gottlieb, su fineza, esa luz impecablemente dominada, la tremenda fuerza expresiva que poseen, este talento para estar siempre presente en los momentos memorables de la música Jazz. Pero más que esto, es la ética de Gottlieb como ser humano, su filosofía de arte y de vida que ha ganado toda mi admiración y mi respeto.


Gottlieb siempre dejó la fotografía en un rincón privilegiado de su vida. Trabajaba como columnista y crítico de música para el Washington Post. No ganaba dinero con sus fotografías, aunque estas ilustraban sus artículos, y su mayor preocupación no era tanto la estética, sino más bien que sus fotos completaran el texto, que cuenten algo”, afirmando que las tomaba “como un escritor lo hubiese hecho”. Le gustaba hablar de música y retratarla (os invito a ver la página web de la Librería del Congreso, donde podéis no sólo ver la fotografías, sino también escuchar los comentarios del fotógrafo con sus propias palabras) .

Un hecho que le permitió adquirir cierta libertad para retratar a estos músicos. El amor a la música, el profundo conocimiento que tenía de ella y la falta de medios y dinero le obligaron a tomar pocas fotos, a saber escuchar y sentir el momento idóneo para captarlo. Una sincera dedicación y una libertad de pensamiento que le permitieron retratar músicos de manera inusitada para la época, aunque hoy en día no nos lo parezca. Un artículo del New York Times nos recuerda la famosa anécdota de sus fotografías de Louis Armstrong, cuando Gottlieb se negó a fotografiarlo disfrazado de músico negro payaso (hecho que valió a Armstrong numerosas críticas por someterse en esta época a las representaciones degradantes de los afroamericanos). Ese respeto a la música y la humanidad le llevó a rechazar estas representaciones racistas y a querer sacar de Armstrong el orgullo y el genio del músico.


Se siente cuando un fotógrafo ama a la humanidad y las fotografías de Gottlieb transmiten tanto su respeto a la música como a las personas. Es uno de las cosas que les confiere este poder, esta particularidad, esta luz de lo que se hace con pasión.
Os invito a disfrutar de las numerosas fotografías de Mr. Jazz ahora al alcance de todos, las fotografías del que se decía que no tomaba fotografías, sino que fotografiaba la propia música.


Fotografías: William Gottlieb.
-Retrato suyo escribiendo.
-Su fotografía más famosa: Billie Hollyday.
- El Apollo Theater, en Harlem.

14 de noviembre de 2010

En el capítulo anterior...



Madrid. Escenario gigante; urbe en movimiento, llena de luces y sombras, amor y soledad.

El pasado sábado 6 de noviembre entrevistamos a Abel Hernández, cantante de EL HIJO, que nos presentó su último disco, Madrileña. Un disco en el que, curiosamente, y pese al nombre que después le daría título, la ciudad se "coló" de manera casual.

"En este álbum he querido reflejar un estado de ánimo; un estado en el que Madrid se metió de lleno en varias de las canciones". El ex componente de MIGALA nos confesó también que el punto en común de todos los temas recogidos aquí es la inquietud por no quedarse en una forma musical única, intentando huir del halo del folk americano, que estaba más presente en una etapa anterior.

"Hemos bordado cada una de las canciones, y el resultado final es una visión pesadillesca, casi apocalíptica, llena de obsesiones que se cruzan".

El cantante, que reconoció que en los conciertos sus canciones siempre sufren un proceso de reconstrucción, de deconstrucción, que evita que sus actuaciones se reduzcan a una mera reproducción de los temas, se mostró muy crítico con la proliferación de festivales y citas musicales que tenemos en la actualidad.

"El problema no es que haya muchos conciertos y festivales, sino la forma en que el público se está tomando esa abundancia, y en muchos aspectos está resultando contraproducente, porque todo parece una carrera, una competición por ver quién se lleva a la gente".

Con una agenda repleta de conciertos regresó Cristina García para compartir con nosotros, como siempre, lo mejor de la escena musical actual, lo imprescindible del panorama nacional. Con el compromiso de volver cada mes con EL RINCÓN BABILÓN, nuestra colaboradora más 'babilónica' dedicó especial atención a esas otras músicas que desde nuestros inicios definen este espacio.



Además, Julie Delabarre nos invitó a conocer los detalles de la vida y obra de un fotógrafo muy singular e, incluso, muy "musical": William Gottlieb.

En nuestro espacio
LA FOTO DE LA SEMANA hicimos un recorrido por algunas de las imágenes más conocidas de un artista que vivió intensamente la Edad de Oro del Jazz; imágenes que son ahora de dominio público gracias al deseo que en vida tenía el autor, que no era otro que facilitar que todo el mundo pudiera acceder libremente a su obra.





Por último,
Laura Rueda nos contó todo sobre la celebración del MÁLAGA MUNDI 2010.

Un encuentro por la diversidad cultural y la solidaridad en el marco de la reflexión y la cooperación desarrollado estos días en la provincia de Málaga, cuyas calles se llenaron de música, baile, teatro, poesía, magia... y color, mucho color.

Así quedó demostrado que otro mundo es posible... EN CUALQUIER OTRA PARTE
.

12 de noviembre de 2010

Bansky vs. Facebook

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Retomo esta sección con las mismas ganas con las que la inauguré. Entonces, este venía a ser un espacio donde poder hablar de cine, donde comentar algunas películas vistas a propósito y reflexionar sobre ellas más allá del simple “me gustó” o “no me gustó”. Siendo este un espacio de opinión, desde ya lo aviso: el cine no es puro entretenimiento.

En esta ocasión, mi juicio tiene por objeto no una, sino dos películas; dos producciones muy diferentes entre sí, pero con un mismo tema en común. Ambas cuentan la historia de un personaje real de nuestra cambiante sociedad actual, de esta vida moderna. Por un lado, Mark Zuckerberg, creador de Facebook; por otro, Banksy, artista callejero de fama mundial (y de rostro desconocido). Los filmes, “EXIT THROUGH THE GIFT SHOP” y LA RED SOCIAL. Una en tono de documental, dirigida por el propio artista; y otra como producto de ficción, dirigida por el prolífico cineasta David Fincher.

LA RED SOCIAL


La curiosidad (por todos los reclamos que han acompañado su estreno) y la confianza en un director que ya había firmado grandes trabajos (“Seven”, “El club de la lucha”, “Zodiac”…) nos pueden guiar antes de entrar en la sala; pero, al salir, muchos serán los interrogantes.

La gran virtud de esta película es, precisamente, ese. El interés que suscita por sí misma la historia. Entramos predispuestos a conocer más sobre los inicios de Facebook (quizás por esa extraña fascinación que despierta la vida privada de los demás), y la película nos engancha rápidamente. Gracias, entre otras cosas, a uno de los aciertos del filme: la interpretación de su actor protagonista, Jesse Eisenberg.

Sin embargo, la pesada linealidad de la trama provoca un progresivo desinterés a medida que avanza la cinta. Y es aquí donde radica uno de los principales problemas. Fincher no profundiza en los personajes, algo que sí que había hecho en sus anteriores películas. Aquí no hallamos esos recovecos en la personalidad de los personajes. No hay conflictos secundarios de importancia que se sumen a la trama principal.

Cierto es que el director ha señalado en alguna entrevista que con esta película no quería contestar preguntas; sólo contar qué pasó. Pero esto no deja de sorprender, y más teniendo en cuenta que ha llevado al cine la vida de un tipo obsesionado que quiere alcanzar, por encima de todo, el objeto mismo de su obsesión. Y solamente esto ya daba mucho juego.

Porque, en suma, esta es una película que habla de la soledad, de la incapacidad comunicativa y afectiva en las relaciones interpersonales. Pero el planteamiento final no llega a convencer, porque como espectadores podemos llegar a impregnarnos de esa falta de vigor de la historia, algo de lo se le puede acusar a Fincher cuando confiesa el tedio que le provocan las redes sociales, a las que, según dice, no dedica ni la mínima parte de su tiempo.

EXIT THROUGH THE GIFT SHOP


Todo lo contrario es lo que le ocurre a la película de Bansky, cuyo título es toda una declaración de principios.

Lo que a priori iba a ser un documental (¿realidad o ficción?) sobre el artista callejero más conocido en el mundo, se convirtió en la historia de otra persona; un personaje muy peculiar, testigo privilegiado de la escena graffitera internacional: Thierry Guetta.

Cambia el protagonista y cambia el punto de vista, lo que provoca un giro en el planteamiento narrativo. Pero, ¿hasta qué punto es este giro improvisado? ¿No estaba previsto en el guion? ¿Había guion?

El filme es un recorrido por las pintadas en calles, esquinas, muros y tejados de Londres, París y Los Ángeles. Pintadas que son mucho más que un simple mensaje; son muestras de un arte reivindicativo, combativo, mezclado con una iconografía pop. Es, en definitiva, otra manera de comunicarse.

Los artistas se nos muestran como mejor saben; con nocturnidad y alevosía, filmados cámara en mano por un excéntrico inmigrante francés de aire retro, obsesionado por filmar todo lo que ve, que no opone resistencia a dejarse deslumbrar por esa misma fama de la que parece querer huir Bansky.

¿Es Mr. Brainwash el alter ego, quizás, del propio Bansky? No queda claro. Aunque al final, el espectador se pregunta: ¿quién es Thierry Ghetta? ¿Existe realmente? Sea cual sea la respuesta, la película consigue su objetivo. Es una interesante reflexión sobre el mundo del arte, y muestra todas sus caras. Creación, recreación y mercadeo.

10 de noviembre de 2010

LA FOTO DE LA SEMANA: JOHN GUTMANN (Homenaje a lo maravilloso del día a día)



Muchos fotógrafos extraordinarios han retratado las ciudades, los paisajes, la vida de Estados Unidos. De todos estos, John Gutmann no es necesariamente uno de los fotógrafos más conocidos, pero su obra sí merecía una retrospectiva como la que le está dedicando la Fundación Mapfre, del 6 de octubre al 16 de enero.

Nacido en la ciudad alemana de Breslau (hoy situada en Polonia), Gutmann integró desde su juventud movimientos artísticos como pintor, estudió Filosofía e Historia del Arte. Ya había adquirido cierta fama en el mundo del arte cuando, viniendo de una familia judía, decidió abandonar Alemania en 1933 para instalarse en Estados Unidos. Una vez allí, trabajó como fotógrafo para una agencia de prensa en Alemania. Lo que le servía para vivir le valdrá, como bien lo dice el texto de presentación de la exposición, para reinventarse totalmente mediante la fotografía.

En California, y en particular en San Francisco, Gutmann retrató la vida americana desde una perspectiva muy especial: el ojo del que descubre y no se cansa de hacerlo, detalles del día a día de otro país, de los edificios y gigantescas construcciones a los aparcamientos, de retratos individuales hasta la muchedumbre multirracial de California. Lejos de hacer fotografías de un turista cualquiera, Gutmann supo captar, durante años y años las caras de un país que no era el suyo, consiguiendo con estas perspectivas vertiginosas, esos extraños ángulos de vista, resaltar detalles de lo más común y convertirlos en algo maravilloso, en acontecimientos únicos, hasta para los propios lugareños.

Esta es la fuerza que se encuentra en la fotografía de Gutmann. Nos da un reflejo creativo y positivo de una realidad a la que se tuvo que adaptar, mientras que numerosos artistas europeos no encontraban ningún encanto a las calles americanas. Una libertad que se nota sin lugar a dudas en su obra: un estilo totalmente suyo, rechazando los manifiestos artísticos tan presentes durante la primera mitad de siglo XX y basándose más en la espontaneidad de la vida en la calle, de la vida en general que sobre criterios estéticos. Una mezcla increíblemente bien conseguida entre la fotografía artística y el fotoperiodismo.



Las fotos de Gutmann tendrán un eco especial para el espectador europeo. Sin presentar estereotipos obvios, estos pequeños elementos llegan a fascinarnos, a transportarnos a otro sitio y a otro tiempo. Y nos dará mucha envidia… Hay pocas personas capaces de mantener esta curiosidad, esta espontaneidad durante tantos años, ya que a todo se acostumbra. El fotógrafo nos enseña, a través de sus fotografías, a dejar nuestros ojos siempre bien abiertos. Porque el día a día, según se mira, siempre puede ser maravilloso…



Del 6 de octubre al 16 de enero.
Fundación Mapfre,
Paseo de Recoletos, 23.

Fotografías:
Autorretrato mirando a North Beach y a la Bahía . John Gutmann. 1934.
El artista vive peligrosamente, John Gutmann. 1938.

9 de noviembre de 2010

En el capítulo anterior...

"Una historia de fantasmas en un Madrid descrito con profundidad e ironía"

De esta forma podríamos resumir, tal vez, "Todos los años perdidos" (Ediciones Carena), la nueva novela de Miguel Rubio.


El escritor nos presenta un paisaje urbano singular en el que los personajes más entrañables se mezclan con otros de naturaleza perversa. Seres todos ellos que pasean por las calles de una ciudad "empavesada de indiferencia, deseo y tristeza".




El sábado 23 de octubre entrevistamos a este escritor, a quien ya habíamos tenido el placer de tener como invitado en nuestro programa con motivo de su anterior trabajo, "Ahora que estamos muertos", novela con la que nos removió la conciencia el pasado año, con la que nos empujó hasta conseguir que nos fijáramos en toda esa gente que vive en las calles; esas personas anónimas a quienes convirtió en personajes literarios con maestría realidad y ternura.


El madrileño, aficionado a la novela negra, el cine y la música (siempre presente en sus novelas), nos confesó estar muy satisfecho por la buena acogida que está teniendo su nuevo libro, del que, con el consentimiento del autor, reproducimos aquí un breve texto:
"Durante estos años he revivido en mi memoria una y mil veces aquella noche de noviembre en que mi vida cambió para siempre. Aquella estúpida noche cuando maté a un hombre a puñaladas, el momento justo en que salí corriendo mientras él se desangraba tirado en la calle, los días que siguieron cuando puse un océano y veintidós años de por medio para evitar ir a la cárcel.

Fue la noche en que perdí a la mujer que amaba, a mi madre y a mi mejor amigo, y cuando, en definitiva, me convertí en otra persona, al menos esto es lo que me gusta creer, que uno puede cambiar, que entonces fui otro diferente como también ahora soy alguien distinto a aquel que cometió ese asesinato, aunque ya no estoy seguro. Porque después de todo ¿qué ha cambiado?, sí, ya no tengo dieciocho años, bueno ahora que lo pienso ya no tengo nada de lo que tenía entonces, ni familia, ni amigos, ni puede que la misma cara, solo recuerdos gastados y un enorme paréntesis vacío en medio de mi vida. ¿Pero puedo creer de verdad que soy otra persona? ¿Alguien distinto al que hizo todo aquello?"

De "Todos los años perdidos", de Miguel Rubio. Ediciones Carena. Madrid, 2010.