«Es el día de la cita, te he traído margaritas del jardín de mi casero... ¡¡¡Te quiero!!!... En la plaza, de repente, yo te veo entre la gente, me resbalo caigo al suelo...» (En mi garganta, Sidonie)
¿Quién no ha coreado, en alguna ocasión, este tema? ¿Quién no ha compartido este sentimiento? En mi garganta es, sin duda, una de las mejores canciones escritas en castellano que define, con precisión, la sensación de estar enamorado y sus consecuencias. Los responsables de esta deliciosa canción son el grupo Sidonie, los cuales cierran gira este próximo sábado 23 de octubre, en la Sala Riviera, a las 21 horas.
Desde el programa más curvo de las ondas, hemos querido sumarnos a esta gran celebración, haciendo un recorrido por la generosa trayectoria profesional del grupo. Y qué mejor compañía en este alucinante viaje que la del cantante de Sidonie, Marc Ros, con quien hablamos sobre su carrera, su discografía, y cómo no, sobre su último álbum y exitosa gira.
Me despido con el texto que escribí para tan especial ocasión. Nos vemos en el próximo programa.
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En el año 2000, irrumpe en el mercado discográfico, Sidonie, un álbum publicado por el sello independiente Bip Bip Records, que no sólo dejaba entrever las influencias de las que se nutrieron y nutren el grupo, sino que supuso el trabajo que señalaba, directamente, el horizonte por el que años después transitaría la banda. Sony Music se interesó por ellos y fruto de ese matrimonio, matrimonio que dura hasta la fecha, es el imprescindible Shell Kids (2003), un disco repleto de buenos temas, hits pegadizos y bailables, tal vez su trabajo más "stonebeatleniano" (si se me permite el palabro).
En 2005 llega uno de los primeros giros inesperados de la banda, Fascinado, álbum que inicia la trayectoria de la banda en castellano, y que apuesta por letras más maduras que en discos anteriores, así como, por melodías más trabajadas y pulidas. Sin embargo, debemos esperar hasta 2007, para ser conscientes de que estos tres tipos van muy, muy en serio, gracias a la publicación de Costa Azul, un álbum de generosas referencias Pop, guiños cinematográficos y canciones pobladas por personajes bohemios, desarraigados y urbanos. Es imposible elegir una sola canción, todas son pura obsesión Pop: Sylvia, Los olvidados, Nuestro baile del viernes, Dandy del extrarradio, etc. Temas que desde lo cotidiano edifican un sonido muy característico.
En el año 2000, irrumpe en el mercado discográfico, Sidonie, un álbum publicado por el sello independiente Bip Bip Records, que no sólo dejaba entrever las influencias de las que se nutrieron y nutren el grupo, sino que supuso el trabajo que señalaba, directamente, el horizonte por el que años después transitaría la banda. Sony Music se interesó por ellos y fruto de ese matrimonio, matrimonio que dura hasta la fecha, es el imprescindible Shell Kids (2003), un disco repleto de buenos temas, hits pegadizos y bailables, tal vez su trabajo más "stonebeatleniano" (si se me permite el palabro).
En 2005 llega uno de los primeros giros inesperados de la banda, Fascinado, álbum que inicia la trayectoria de la banda en castellano, y que apuesta por letras más maduras que en discos anteriores, así como, por melodías más trabajadas y pulidas. Sin embargo, debemos esperar hasta 2007, para ser conscientes de que estos tres tipos van muy, muy en serio, gracias a la publicación de Costa Azul, un álbum de generosas referencias Pop, guiños cinematográficos y canciones pobladas por personajes bohemios, desarraigados y urbanos. Es imposible elegir una sola canción, todas son pura obsesión Pop: Sylvia, Los olvidados, Nuestro baile del viernes, Dandy del extrarradio, etc. Temas que desde lo cotidiano edifican un sonido muy característico.
El siguiente giro, nada inesperado, surge como consecuencia natural de la impecable trayectoria del grupo; ese giro se titula El incendio, uno de los trabajos discográficos más esperados de la escena nacional, en 2009. Poco queda por decir o escribir de este álbum. Sidonie ha facturado el álbum Pop con mayúsculas, sin complejos, que recupera, como pocos grupos han sabido hacer, el gusto por las letras Pop y su estructura formal. En El incendio destaca el optimismo de este estilo musical, optimismo que contrasta con el lado más oscuro de la luminosidad, ese ángulo extraño donde las emociones se confunden y entrelazan. En definitiva un trabajo repleto de luces y sombras, cuyo sonido atrapa desde la primera canción, El incendio (ya era hora que alguien hiciera una canción pop de tal envergadura), hasta el tema que cierra el álbum, El adiós.
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