23 de agosto de 2010

La belleza corporal














La moda al servicio de las personas y no al revés

Los cánones de belleza dan giros de 360 grados y el envoltorio supera al contenido. Botero se posicionó en un extremo y otros artistas como Botticelli, sin pecar de tanto exceso, se quedaron en otro. La sociedad, loca de remate, nos lleva con sus prisas a desear lo que muestran todas las revistas de moda. Y un buen día, como por arte de magia, el deseo de ser una súper woman nos deja con las neuronas fritas, pero eso sí, con liposucciones en todos los rincones y silicona en sitios estratégicos de Barbie. Y lo confieso, quizá en este momento frente al ordenador no esté empleando mi mejor prosa, agobiada por las prisas e intentando buscar la banda sonora que me lleve a escribir lo que realmente quiero plasmar luego en mi rincón favorito, las ondas más curvas. Pero comencemos de nuevo, porque admitir los nervios en un día tan especial como este, mi primer día en esta casa, es algo humano y es lo que quiero plasmar aquí.

Lo que quiero decir es que estoy harta de tanta estupidez y no entiendo por qué estamos todos tan locos si, cuando hablamos de belleza, a todos se nos cambia el semblante al admirar las increíbles curvas de Sofía Loren o las vertiginosas medidas de Marilyn Monroe. También podemos nombrar a Briggite Bardot y a tantas otras que no sólo enamoraron en su tiempo a mucha gente, sino que se han consolidado como mitos eróticos de generaciones que van y vienen.


Me encanta la moda

Y por favor, no penséis que ahora estoy loca y voy a cambiar todo el discurso anterior y dejarme llevar por convencionalismos establecidos. Me encanta la moda y por eso me ensimismo mirando viejas fotos en blanco y negro de mi abuela en los años 30 o de mis tías en los 60. La 40 y la 42 eran tallas normales y lejos de esconder un cuerpo comido por los complejos, resaltaban curvas, pechos, piernas y hasta lorzas encantadoras y sexys. Ser sexy es una receta compleja, pero no nos equivoquemos. Dejen de echar dietas a esta rica receta y por el contrario añadan inteligencia, personalildad, carácter y grandes dosis de humor. Verán cómo es mucho más fácil ser feliz y encima serán personas guapas por dentro y por fuera, todo son ventajas. Lean a sus autores favoritos, emociónense con sus directores de cine fetiche, descubran nuevos rincones para pasar una velada entre amigos conversando.

En este rincón hablaremos de pequeñas cosas que realmente hacen que nuestra vida sea mucho más feliz y menos tortuosa. Simplifiquemos al fin y querámonos como somos.


Nueva forma de pensar

Esta filosofía estética aplicada a la moda es seguida por una amiga mía, Rikke Lunding, que tiene una tienda vintage con vestidos de los 40, 50, 60 ó 70. Por eso, cuando uno entra en su tienda, además de con un modelo exclusivo que nadie llevará en su ciudad y muy bien de precio, todo son ventajas… Y luego se sale con la sensación de estar más guapo por dentro. Para Rikke la belleza está en el interior de cada uno con su filosofía de vida y sus pequeñas cosas que lo hacen particular, pero también está en las curvas, asimetrías, líneas de expresión, canas y surcos que nos caracterizan como únicos.

Esta nueva forma de pensar estuvo muy presente en el desfile de este jueves en el Hotel Molina Lario, donde sus clientas, entre las que me incluyo, presentaron su nueva colección de otoño-invierno. A ella le ofrecieron modelos de la 36 y con mucha educación rehusó tal convencional ofrecimiento, me quedo con mis chicas de todas las tallas. Y así fue como este desfile se convirtió en un cóctel de tallas para las flacas y también para las más metidas en carnes. Porque, no lo olvidemos, las mujeres de verdad tienen curvas.


Chicos y chicas, hacedme caso. Disfrutad de las particularidades de vuestro cuerpo con intensidad, pues todos sabemos que estamos aquí cuatro días y el resto... es cuestión de gusanos.

1 comentario:

Deivyn dijo...

Interesante
Felicito a laurita quien escribe en este blog, y estoy deacuerdo con ella e visto como mujeres muy lindas se obscesionan con ser flacas y pierden su brillo su alegria y por ende su encanto.
Pudiendo ser felices como son y no como impone y quiere que sean la publicidad y la moda.
Particularmente yo prefiero una gordita dulce a una flaca desabrida.
Att: deivyn_ramirez@hotmail.com