Muchos fotógrafos extraordinarios han retratado las ciudades, los paisajes, la vida de Estados Unidos. De todos estos, John Gutmann no es necesariamente uno de los fotógrafos más conocidos, pero su obra sí merecía una retrospectiva como la que le está dedicando la Fundación Mapfre, del 6 de octubre al 16 de enero.
Nacido en la ciudad alemana de Breslau (hoy situada en Polonia), Gutmann integró desde su juventud movimientos artísticos como pintor, estudió Filosofía e Historia del Arte. Ya había adquirido cierta fama en el mundo del arte cuando, viniendo de una familia judía, decidió abandonar Alemania en 1933 para instalarse en Estados Unidos. Una vez allí, trabajó como fotógrafo para una agencia de prensa en Alemania. Lo que le servía para vivir le valdrá, como bien lo dice el texto de presentación de la exposición, para reinventarse totalmente mediante la fotografía.
En California, y en particular en San Francisco, Gutmann retrató la vida americana desde una perspectiva muy especial: el ojo del que descubre y no se cansa de hacerlo, detalles del día a día de otro país, de los edificios y gigantescas construcciones a los aparcamientos, de retratos individuales hasta la muchedumbre multirracial de California. Lejos de hacer fotografías de un turista cualquiera, Gutmann supo captar, durante años y años las caras de un país que no era el suyo, consiguiendo con estas perspectivas vertiginosas, esos extraños ángulos de vista, resaltar detalles de lo más común y convertirlos en algo maravilloso, en acontecimientos únicos, hasta para los propios lugareños.
Esta es la fuerza que se encuentra en la fotografía de Gutmann. Nos da un reflejo creativo y positivo de una realidad a la que se tuvo que adaptar, mientras que numerosos artistas europeos no encontraban ningún encanto a las calles americanas. Una libertad que se nota sin lugar a dudas en su obra: un estilo totalmente suyo, rechazando los manifiestos artísticos tan presentes durante la primera mitad de siglo XX y basándose más en la espontaneidad de la vida en la calle, de la vida en general que sobre criterios estéticos. Una mezcla increíblemente bien conseguida entre la fotografía artística y el fotoperiodismo.
Las fotos de Gutmann tendrán un eco especial para el espectador europeo. Sin presentar estereotipos obvios, estos pequeños elementos llegan a fascinarnos, a transportarnos a otro sitio y a otro tiempo. Y nos dará mucha envidia… Hay pocas personas capaces de mantener esta curiosidad, esta espontaneidad durante tantos años, ya que a todo se acostumbra. El fotógrafo nos enseña, a través de sus fotografías, a dejar nuestros ojos siempre bien abiertos. Porque el día a día, según se mira, siempre puede ser maravilloso…
Del 6 de octubre al 16 de enero.
Fundación Mapfre,
Paseo de Recoletos, 23.
Fotografías:
Autorretrato mirando a North Beach y a la Bahía . John Gutmann. 1934.
El artista vive peligrosamente, John Gutmann. 1938.
2 comentarios:
¡Qué buena sugerencia!
Después de leer el post y meterme en la web de la expo me apetece mucho, me la apunto.
¡Gracias y un besito!
Hola Susana! Muchas gracias por tu comentario!
Qué tal estas? Espero que muy bien!
Gutmann es un gran fotógrafo y me encanta esta curiosidad que tiene y que no dejó apagarse nunca!
Una gran lección de fotografía y de filosofía de vida!
Muchos besos y hasta prontito!
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