28 de mayo de 2011

En el capítulo anterior...



Un programa comprometido

Dice de sí mismo que tal vez no sea un ejemplar particularmente valioso de Homo Sapiens, pero nosotros podemos asegurar que es una persona excepcional. Viajero por vocación y hombre de campo por devoción, el sábado 28 de mayo entrevistamos por segunda vez a un escritor que sigue huyendo de que lo definamos así, como escritor. Prefiere que digamos que es, simplemente, Chris Stewart.


La presentación de la novela "Tres maneras de volcar un barco" fue la primera excusa para charlar con él, hace más o menos un año; ahora este británico enamorado del sur vuelve con otro libro bajo el brazo: "Los almendros en flor".


Un libro en el que nuevamente cuenta sus vivencias en El Valero, el cortijo de La Alpujarra que inspira sus relatos, y donde
desde hace más de veinte años vive con su familia.



"El Valero es un personaje importantísimo en mis historias. Si no me hubiera venido a vivir aquí, nunca habría escrito un solo libro"




Ejemplo de sencillez y cotidianidad, este atípico escritor
vuelve a demostrarnos en "Los almendros en flor" su mejor arma, ese sentido del humor con el que nos conquistó en su primera obra, y que ha ido perfeccionando con el recelo propio de alguien que siempre ha desconfiado de los trabajos que no ensucian.

Y es que bien podríamos decir de él que es una persona normal y corriente; un tipo que sigue sorprendiéndose por el interés que despiertan sus historias.

"Lo único que tengo para vender son estas historias que escribo y protagonizo. Pero no quiero hacer siempre lo mismo, por si acaso los lectores se hartan de mí..."

Con sesenta años recién cumplidos, Chris reconoce que las cosas se ponen cada vez más difíciles, pero aún así, reconoce que no estaría dispuesto a renunciar a la vida en el campo.

"Ya no hay manera de que nos mudemos... Habiendo encontrado el paraíso, ¿cómo sería posible irse después?"

Comprometido con la Naturaleza, el autor de "Entre limones" también se pronunció sobre el tema central que marcaría nuestro programa, el movimiento 15-M.

"Yo también estoy indignado, y me alegro de que los españoles muestren al mundo ese espíritu revolucionario. Puedo decir que me siento orgulloso de vivir en este país"


Y precisamente, ese fue el eje central de nuestro programa; un especial dedicado a las protestas que comenzaron el pasado 15 de marzo, y que han hecho que la madrileña Puerta del Sol adopte un nombre más apropiado a las circunstancias:
Plaza de la Solución.

Para ello, contamos con la opinión de amigos y colaboradores, con quienes repasamos la evolución de un movimiento social que, como mínimo, ha conseguido generar una profunda reflexión ciudadana, convirtiéndose en ejemplo de civismo (frente al cinismo), respeto (frente al abuso) y entusiasmo (frente a la pasividad).


Un ejemplo que se ha extendido rápidamente por otras ciudades de todo el mundo gracias a la fuerza de unas reivindicaciones justas y de sentido común. Y es que ha llegado la hora de abandonar toda hipocresía, y de decir basta. Ha llegado la hora de la revolución de los indignados.

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