Queridos seres curvos. Miles de cosas están pasando en nuestro país desde que tuvimos el cambio de gobierno. Parece que se trata de un aviso. Yo lo he traducido así, o salimos todos a la calle y reaccionamos o vamos a tener que preparar las maletas para buscar un refugio.
He dicho lo del cambio de gobierno porque estamos viviendo un retroceso en muchos aspectos, si bien sabemos que las libertades se vieron mermadas también un gran tanto por ciento con el anterior partido en el poder. La pregunta obligada es, sabemos que estamos en una crisis tremenda, en todo el meollo, ¿pero es necesario recortar de servicios sociales?, ¿es necesario volver a los ochenta con la anterior ley del aborto?, ¿es necesario volver a 1939 con la ofensa a los desaparecidos durante el franquismo?
Hace unos días salía, a propósito de la inhabilitación durante 11 años al juez Garzón, un vídeo, "Política exprés para indignados", en el que un abogado recordaba que uno de los bandos, el que ahora está en el poder, no podía permitir que se descubriese que sus raíces provenían precisamente de aquellos oscuros años de España en la que una sola persona oprimía a la democracia y a las libertades más fundamentales. Señores y señoras que no respetan esas libertades fundamentales, quiero poner mi dignidad y la de mis antepasados por delante. Es por esto, que en mi elegancia humilde, se pueden conjugar ambas, no digo nombres, pero sé que algunos se van a dar por aludidos.
Hay un twitter, en esta España al revés, en la que la sangre ya nos llega a todos a la cabeza, el del señor que hace unos días era absuelto por un caso que conocemos todos, un caso de trajes de lujo y corbatas de postín, amén, como a ustedes les gusta decir, de otros lujos que muchos nunca en nuestra vida podremos permitirnos. Aunque el twitter resultara un fake, quiero resaltarlo, ya que este señor, de Valencia, de nombre Francisco y apellido Camps finalmente salió absuelto y no creo que sus opiniones vayan muy desencaminadas de las que su falso yo ponía en twitter: “Lo del juez Garzón es un triunfo del Estado de Derecho. La justicia ha vuelto a ganar. Mi enhorabuena a los jueces del caso Garzón. Han hecho muy bien su trabajo, como siempre. El señor Baltasar Garzón ahora debe pagar por sus delitos. 11 años me parecen pocos”. ¿Qué justicia?, ¿Qué estado de derecho?
Sin embargo, cuando un grupo de gente sale a la calle para reivindicar derechos para todos y todas, educación, salud, respeto y dignidad al pueblo, una manada de orcos mandados por el estado, y no quiero decir perros porque para mí los animales merecen todo el respeto del mundo, son orcos vestidos de azul que cargan contra nuestra espalda, pero en el fondo cargan contra nuestra dignidad, nuestra memoria histórica, nuestras libertades y acortan así nuestras vidas y las de nuestros familiares y seres más cercanos.
Se metieron con esa fecha de mayo que hizo que la gente saliera a las calles. Es triste, pero seguimos hablando de bandos, como antaño, como cuando se sacaba de su casa a esas personas por su ideología y con dos tiros las abandonaban en la cuneta. Y no puedo dejar de preguntarme, ¿en qué país vivo? En mi optimismo nato, ¿estaba equivocada al creer en la gente? ¿Estamos tan divididos como hace casi 80 años?
Las malas rachas de mis abuelos, sus llantos, trabajo duro de sol a sol y hambre de mi familia y otras de sitios humildes no han servido para que en plena era digital, en plena globalización vivamos mejor? En Sol se siguen movilizando y en otras partes de España, por supuesto. Mareas violetas, manifestaciones unitarias por la defensa de lo público, yonopagos, presencia en desahucios, liberación de espacios… Pero hasta que usted, señora y hasta que usted, señor y vosotros también, chicos y chicas que pasáis de hablar y de opinar y que tenéis miedo, miedo, sí. Por ser despedidos, porque os miren mal, porque os consideren agitadores por decir las cosas claras… hasta que vosotros no salgáis a la calle con nosotros y vayamos todos de la mano… No vamos a solucionar nada.
Lo siento por vosotros, con hijos pequeños que van a tener carencias, por los que tenéis padres mayores en el paro y veis su frustración día a día y os mata y por los que, después de salir de la facultad y de intentarlo e intentarlo una y otra vez no logran ver recompensado tanto esfuerzo de sobre-preparación académica.
Queridos seres curvos, apliquemos el curvismo a nuestra vida y recuperemos valores, respeto y dignidad. Nos lo merecemos y se lo debemos a nuestros antepasados, esos que no tuvieron más remedio que morir por derechos conseguidos con sangre y que ahora borran los mercados y políticos en despachos de lujo cerrados al pueblo.
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