¿Recordáis la frase de la peli Casablanca? "El mundo se
derrumba y nosotros nos enamoramos". Hace poco escribí un post sobre esta frase,
que también fue promo de un ciclo de películas antiguas de TVE. La cuestión es
que de un tiempo a esta parte siento que la frase podría modificarse y
escribirse así: "El mundo se desmorona y nosotros nos quedamos impasibles".
Queda una semana y
media para el 15 y una semana justa para el 12 de mayo, fecha en la que este
año se hará la manifestación-aniversario que recuerda la mayor movilización
ciudadana surgida en este país. A muchos/as de nosotros/as esta fecha nos
cambió la vida. A raíz de este momento esta sección de radio ha estado muy
supeditada a los movimientos de los miles y miles de ciudadanos/as de
este país que han salido a la calle para mostrarse en desacuerdo con lo que en
este país estaba pasando, pero también con lo que en este mundo y su orden de
prioridades estaba pasando. Mucho hemos hablado de la crisis de valores. Y
resumir un año de movilizaciones es bien difícil, aunque en los periódicos y
medios de comunicación generalistas hayan estado ocultando y censurando todo el
rato. Los que no lo han hecho han desaparecido; de nuevo recordamos con cariño
y con rabia la desaparecida edición en papel de Diario Público.
Veamos cómo podemos resumir un año... El partido socialista
lleva ocho años en el poder. Parece que al fin España está gobernada por un
partido de izquierdas después de los estragos de un partido de derechas.
Recordemos las circunstancias del cambio de gobierno en 2004. Apoyo de la
invasión a Irak, mentiras y más mentiras en los atentados de Atocha. Nada de lo
que pensábamos era cierto y el partido socialista nos da una de cal y otra de
arena alegando que es la crisis mundial la que le obliga a hacer una política
contraria a la establecida por la fundación de su partido por Pablo Iglesias el
2 de mayo de 1879. ¡Cuántas cosas pasan en mayo!
Y mientras tanto, un grupo de personas anónimas, hartas de
que la pelota pasara de un tejado a otro en una democracia basada en el
bipartidismo convoca una manifestación el 15 de mayo. Se pasa la voz de unos
colectivos a otros. Hay cierta expectación, pero nadie sabe lo que va a
ocurrir. Nadie puede prever que se trata de la mayor movilización ciudadana de
la historia de nuestro país. Sus proclamas están llenas de reivindicaciones sensatas y todas
pasan por una verdad absoluta: lo llaman democracia y no lo es, es una
dictadura y no se ve. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros.
El 15M es un éxito, millones de personas salen a la calle en
toda España. Personas muy distintas entre sí: adolescentes, familias,
veinteañeros, treinteañeros, jubilados, parados, trabajadores, empresarios,
estudiantes, abuelos, padres, madres, hijos e hijas… Los medios de comunicación
nos quieren retratar como cuatro perro flautas, pero lo cierto es que quien se
pasea por las acampadas de las plazas de toda España se da cuenta de que
nuestra sociedad no está conforme con lo que está ocurriendo en el país y ha
salido a la calle para manifestarlo.
El 22 de mayo se celebran elecciones municipales
y, aunque no se quiera influir en el resultado sí se quiere hacer pensar al
menos en lo que hacemos cada vez que vamos a votar. La primera acampada
comienza en Sol, pero pronto comenzarán a reproducirse por todo nuestro país:
Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Santiago de Compostela… Algunas más
grandes que otras, pero todas con un punto en común. Somos un movimiento
apartidista, asindicalista, plural, heterogéneo, pacífico, horizontal y
transparente. Las acampadas se levantaron y las asambleas fueron a los barrios.
Muchas personas criticaban que el 15M no fuera un partido ni nada parecido con
una organización establecida y unas jerarquías. Los que aún se lo preguntan no
han entendido de qué va esta película.
Nada de esto surgió de manera espontánea
y hay muchos antecedentes que hacen que tanta gente se sienta tan unida aun sin
conocerse. Recordemos V de vivienda, Anonymus, Movimiento contra la ley sinde,
Wikileaks, Centros sociales ocupados, colectivos basados en una cultura libre,
copyleft, No les votes, Juventud sin Futuro… Dormíamos, despertamos. Esta es el
mensaje que se puso en la placa de Acampada Sol y que define perfectamente el
estado de este país antes de la mayor movilización social de este país de la
que hablamos.
El 20 de noviembre se celebraron las elecciones generales.
No es muy difícil adivinar la película si has estado atento hasta ahora. Si de
unas elecciones a otras la pelota pasa de un partido mayoritario a otro o al
conglomerado PPSOE, como lo conocemos, ¿qué creéis que pasó el 20N?
Efectivamente el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza. Desde entonces, todo lo que
ha pasado es propio de una película de un género que puede ir desde la ciencia
ficción hasta el terror o el cine de posguerra español al más puro estilo Bienvenido Mr.
Marshall.
Hazañas del PP: recorte de 10.000 millones de euros en sanidad y
educación. Amnistía fiscal. Recorte de presupuestos de todo menos de "Iglesia, Casa
Real y otras chicas del montón". Reforma penal por la que hazañas como la
resistencia pacífica sería duramente penada. Nombramiento poco transparente y
cambio de mecanismos para la designación del Presidente en la Radio
Televisión Pública de este país RTVE. Presentar los presupuestos primero a los
alemanes que a los diputados españoles. Recortar en I+D y establecer el repago
de recetas. Subir la matrícula de la universidad para que solo pueda estudiar una minoría de la población, la que pueda pagarlo. Aumentar el ratio estudiantes por profesor. Quitar la sanidad a
inmigrantes y mayores de 26 años que nunca han cotizado. No olvidemos la
reforma de la constitución para poner el techo de déficit impuesto por
Alemania.
El PP también se apunta tantos como perseguir y agredir
desproporcionadamente a adolescentes menores de edad en Valencia, encarcelar
universitarios en Barcelona y a sindicalistas en la pasada huelga general del
29 de marzo. O poner duras penas y orden de alejamiento a personas que
protestaron contra la subida de transportes públicos desmesurada con el
#yonopago. En resumen, tratar a personas anónimas e inocentes como a
terroristas solo por salir a la calle, por decir que no estamos de acuerdo con
lo que están haciendo, por no comportarnos como personas sumisas. Y queremos
gritar que si se aprueba la ley que criminaliza la protesta social, ¡nosotros también
somos terroristas!

Este ejercicio de tantos “logros” en tan sólo cinco
meses ha sido un juego entre mi amiga Esther Iorfida y yo, pero se nos
olvidarán muchas más cosas del estilo. Y esto por no recordar las grandes
hazañas de ayer y de hoy de nuestra monarquía: Urdangarines, Froilanes y reyes
campechanos que cazan elefantes.
Y ante todo esto, ¿de qué se declara culpable el 15M?
En el movimiento 15M somos culpables de debatir sobre
cuestiones políticas y sociales pacíficamente en asamblea, de consensuar
buscando matices en vez de votar excluyendo a algunos puntos de vista, de pedir
derechos asumiendo deberes en una democracia participativa, de no fiarnos de
las motos que nos quieren vender los partidos y medios de comunicación
mayoritarios, de constituir nuestros propios medios de comunicación. De llevar
a cabo proyectos que tengan un retorno colectivo para la ciudadanía, que sean
inclusivos y no excluyan a nadie… De haber protagonizado un otoño caliente que
culminó con una MOVILIZACIÓN GLOBAL EL 15 DE OCTUBRE CON ACAMPADAS HASTA EN
WALL STREET. SOMOS EL 99% NO NOS OLVIDEMOS. De que todos nuestros pasos sean
muy 15-M, quincemayistas y sigan esa línea de pluralidad, heterogeneidad,
pacifismo, respeto y dignidad. Porque hemos demostrado que no somos tontos y
que sabemos que en grandes despachos se corta el bacalao de asuntos que tienen
que ver con nuestros derechos fundamentales y ya estamos asfixiados, no solo
indignados.
Por esto y por otras miles de cosas, no nos falta
razón, no falta sentido a ninguna de nuestras acciones, no nos vamos a
amedrentar porque nos quiten la sanidad, la educación, la justicia, la libertad
de expresión… no nos van a quitar la vida. Tenemos las calles, tenemos la voz y
la vamos a seguir usando.
Así que si te lo estabas pensando, no lo sigas
haciendo. El 12M vamos a salir a la calle. Soy consciente de que las cosas se
han complicado mucho más y hay matices que debatir y consensuar. Pero la
esencia es una. Si por defender todo esto que han defendido nuestros abuelos y
grandes ejemplos a seguir que han defendido nuestros derechos como Gandhi nos llaman
terroristas, YO SOY TERRORISTA Y NO ME AVERGÜENZO DE ELLO.